Con un arbitraje netamente localista en el “infierno de Olmos”, apelativo brindado a la ciudad por su intenso calor y en esta ocasión por el excesivo clima hostil de los seguidores del cuadro del alcalde de la ciudad, Mannucci pagó caro sus errores defensivos en los dos compromisos ante Willy Serrato y cayó 4-1, marcador global de 6-4 a favor de los lambayecanos.
En instancias finales no se pueden cometer errores y Mannucci regaló dos goles. Dos lamentables intervenciones del golero Miguel Pajares pusieron a la tricolor con el marcador 0-2 y una misión casi imposible de remontar, a pesar del esfuerzo de jugadores que defendieron la tricolor con el alma como Javier Salazar, Luis Cordero o Christhian Carranza. A pesar de su gran trabajo, el aliento permanente y el «Si se puede» de los más de 1,000 hinchas trujillanos en Olmos, al final no se pudo.
Las anotaciones fueron obra de Yordy Seminario a los 4′, Fernando García a los 57′ y 65′ y Julio Talaviña a los 77. El descuento carlista lo marcó Javier Salazar a los 87′.
Mención aparte para la inseguridad reinante, donde la banca de suplentes trujillana fue agredida por hinchas locales y donde los organizadores inclusive permitieron que hinchas tomen los micrófonos y emitan por los altoparlantes burlas que incitaban a la violencia. En el colmo de la violencia, se rumoreaba en el estadio que el juez principal Manuel Garay habría sido amenazado de muerte, lo que motivó su desempeño tendencioso. La pelota si se mancha.