SUEÑO BICENTENARIO

Han pasado dos años desde el debut de la Tricolor en la naciente Copa Bicentenario y este domingo último asomaba la gran oportunidad para todo Trujillo de verse en un nuevo reto nacional.

El ambiente era óptimo: semana completa de preparación física y futbolística, concentración previa y mucha identidad de grupo.

El Monumental era la sede del encuentro con sabor a revancha para los dirigidos por el ‘profe’ Pablo Peirano, no solo por el torneo en sí, sino por el rival que se encontraba en el otro vestuario, como lo es Melgar FBC, digno e histórico contrincante de la Tricolor.

Daban las tres de la tarde y el viento limeño, las tribunas vacías de gente, pero llenas de fútbol y desbordante clima de suspenso, daban inicio al intenso partido por los dieciseisavos de final.

La Tricolor, cual guerrera, salía al campo de batalla con su indumentaria blanca, pero sin ánimos de paz. Iban desde el minuto inicial en busca del gol ante los arequipeños y vaya que el balón jugaba mucho para que sea un gran duelo. Con una oncena renovada por suspendidos y lesionados, pero con mucho corazón, Mannucci encontró más que un grupo, un equipo. Todo el plantel estaba sumergido en la cancha, todas las fuerzas trujillanas salían para opacar el talento ‘rojinegro’ y así fue.

El primer tiempo era un vaivén de posibilidades y se veía venir el primer gol. Descuido en la zaga de Melgar y el habilidoso Lucas Rodríguez aprovechó y se metió hasta el área contraria para liquidarlos y gritar el primero de la tarde. Sí, a gozarlo que un gol es felicidad. Tras varias jugadas de esfuerzo, el final de la primera parte decretaba un transitorio triunfo mannuccista.

Para la segunda fracción, la sonrisa iba a ser más honda. La experiencia y el liderazgo de José Carlos Fernández se iba a relucir en la ejecución del penal para marcar el valioso 2-0 que mantenía la fe de apoderarse de la llave. Gol y a celebrarlo que estaba cerca el sueño de clasificar a la siguiente ronda. Un corazón trujillano abrigaba todas esas posibilidades.

Previo al descuento, Melgar se encargó de anotar el tanto que se convertiría en el final 2-1. Pitazo final y el equipo norteño retumbaba de alegría, pero con humildad al eliminar a un siempre complicado equipo.

Ahora, el foco es Llacuabamba, cuadro con mucha historia trujillana, dado que su plantilla cuenta, en su mayoría, con presencia de exmannuccistas. Se baja el telón de una gran jornada y ya se empieza a jugar el partido de octavos de final en esta llave liberteña.

Por: Efren Zegarra

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