Una alegría inmensa vive la familia mannuccista en su 50 aniversario, el club liderado por Daniel Salaverry como presidente y con Roberto Arrelucea como Director Técnico se ubica entre los 8 mejores equipos de la Copa Perú 2009 y busca el título que lo retorne en el año de sus Bodas de Oro al Fútbol Profesional.
Esta alegría la vivieron los fieles hinchas mannuccistas que llegaron hasta Bagua a alentar a su escuadra y los que no pudieron viajar pero siguieron las transmisiones radiales y que finalizado el encuentro salieron a festejar por la ciudad.
En Bagua el encuentro se dio de la mejor manera, Mannucci pese a jugar a poco más de 40 grados de intenso calor
fue el dominador de las acciones, especialmente en la segunda mitad en que el golero Isaac Cuya prácticamente no fue exigido y con el viento a favor, los trujillanos generaban peligro en cada ataque. Los carlistas merecían los goles y el triunfo pero se cumplían los 30 minutos de la complementaria y su delantera no
podía concretar, así que el gol tuvo que venir desde el mediocampo y sería un golazo. Juan Paico con su acostumbrada presencia ofensiva tomó un rebote y marcó con un remate fuerte y esquinado el primero de la tarde. Mannucci no necesitaba uno sino dos goles para clasificar y este llegaría sólo dos minutos después.
Un tiro de esquina peinado en el área por Marco Llave desubicó al portero Flores y dejó sólo al defensor Luis Noriega que con un sutil golpe de cabeza marcó el segundo gol.
La alegría trujillana era inmensa pero lamentablemente la afición local no asimiló el resultado y empezó a arrojar piedras a los visitantes, impactando una en Carlos Meléndez en lo que fue un triste espacio vandálico que desprestigia la fiesta del balompié provinciano. Los incidentes que detuvieron el encuentro por más de 10 minutos, no hicieron otra cosa que perjudicar al propio equipo local que se veía sorprendido por la actitud ofensiva de los trujillanos y nunca se pudieron reponer. El juez limeño Iván Chang de buena actuación decretó el final del compromiso y el inicio de la alegría trujillana por un lado y los reiterados intentos de agresión del público local por el otro.
Las piedras llovían al campo de juego y los barristas trujillanos se enfrentaron a golpes con los hinchas locales, felizmente sin consecuencias graves que lamentar.
El presidente Daniel Salaverry señaló el triunfo como "el mejor regalo
para los mannuccistas en sus bodas de oro", así como reiteró su confianza y trabajo para devolver a Mannucci al fútbol profesional. La afición trujillana está esperanzada en ver a su engreido Club nuevamente en la élite del balompié nacional. |