Quien vea en la imagen principal de esta nota una clara agresión y suponga que esta merecía la tarjeta roja acertará, aunque la realidad sea que el jugador Marco Chumbes que aparece golpeando a Marco Llave no sólo culminó los 90 minutos, sino que repitió esta acción durante todo el encuentro ante la pasividad total del juez principal.
No se buscan excusas para la derrota, pero lo vivido en San Ignacio desnuda una vez más la pobreza de valores y principios de las personas vinculadas al fútbol peruano, árbitros y especialmente los dirigentes son la principal causa de tener la ubicación que tiene el fútbol de nuestro país.
Lamentablemente iniciamos la nota sin hablar de fútbol porque eso es lo que menos se vio, no hubo fiesta deportiva, hubo ambiente de guerra fomentada tristemente por la vergonzosa actitud del presidente del Municipal de San Ignacio, Carlos Martínez Solano, quien para vergüenza mayor es también el alcalde de esta hermosa ciudad. Desde su llegada al Estadio "Defensores del Chaupe" no dejó de lanzar insultos y amenazas de muerte a los dirigentes trujillanos y en más de una oportunidad los intentó agredir físicamente motivando más de una gresca entre ambas escuadras. Durante el primer tiempo sólo se apreciaron grescas en el campo y peleas entre las bancas de suplentes donde finalmente el alcalde tuvo que ser retirado a la tribuna. El árbitro del encuentro además de esto, recogió diversos proyectiles lanzados por los hinchas pero cuando todo ameritaba una suspensión del encuentro, permitió que continuara el literal "enfrentamiento" que de ninguna manera podría catalogarse como "juego". En medio de esto lo único que pareció fútbol fue el gol local obra de Pisfil, logrado con un remate de larga distancia que picó delante del golero Carrero y se coló en su pórtico.
En la segunda mitad cesaron las peleas fuera de la cancha y sólo perduraron los golpes dentro de esta, ante un juez principal que, si es honesto, es totalmente ineficiente en su labor. Aun así Mannucci tuvo la iniciativa, el control del balón y buscó el empate de diversas formas, Carrero casi no fue exigido y el golero local Isaac Cuya por el contrario tuvo buenas intervenciones, especialmente en un mano a mano con Janio Posito en que desvió con el pie la ocasión más clara de los tricolores.
Pero por si esto no fuera poco, en paralelo la escuadra de Ramón Castilla de San Luis visitaba al Unión Tarapoto, equipo que la prensa local indica "se echó" (ver: Todo Sport Tarapoto) y permitió una victoria de los visitantes por 5-4 que les permite igualar a los carlistas y forzar un encuentro de definición. Se espera la confirmación del día, hora y escenario neutral para el mismo. |