Nacido en Pimentel un 8 de noviembre de 1944 y compitiendo en equipos de la liga chiclayana desde los 12 años, Villalobos se consagró como tricampeón de la Copa Perú en los años 1967, 1968 y 1969, la primera vez con el Alfonso Ugarte de Chiclín y las dos siguientes con el Carlos A. Mannucci, por lo que pese a su origen lambayecano se convirtió en uno de los más queridos trujillanos.
Líder de la defensa carlista, con Mannucci no sólo disputó la Copa Perú sino también el Torneo Descentralizado. Su 1.83 metros de altura no sólo le permitieron imponerse y cortar jugadas del rival, sino que también le daban ventaja para marcar celebrados goles de cabeza. “Oscar Villalobos es mejor que Héctor Chumpitaz y Orlando La Torre” declaraba el paraguayo Miguel Ortega, entrenador del Mannucci campeón del 69.
Don Oscar será recordado no sólo por sus grandes condiciones futbolísticas, sino por haber sido siempre una gran persona y un caballero a carta cabal dentro y fuera de las canchas. Se relata en un artículo que el periodista Elder Lázaro Villacorta le dedica en su libro “El Deporte y la Crítica”, la historia en la que el poderoso empresario Luis Banchero Rossi ofrece a Don Oscar una importante suma de dinero para incorporarlo al gran equipo que armó Defensor Lima a inicios de la década del 70, pero como todo un caballero correcto y honesto, Oscar Villalobos renunció a esta proposición diciendo “Yo no soy un estafador y no puedo aceptar esta oferta, tengo una fuerte lesión en los meniscos”.
Recibió incontables reconocimientos por su trayectoria, siendo uno de los últimos el que le brindó hace un año la Asociación de Simpatizantes del Club Carlos A. Mannucci - ASICAM, reconociéndolo como una de las más importantes figuras carlistas e incorporándolo como socio honorario de la institución. La Junta Directiva del Club Carlos A. Mannucci, los ex jugadores, hinchas y todos los que conforman la Gran Familia Mannuccista lamentan mucho su partida y manifiestan sus condolencias a sus familiares. Sus restos fueron velados inicialmente en Trujillo, para finalmente ser trasladados a la ciudad de Chimbote donde residió en los últimos años y donde finalmente su cuerpo descansará.
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