Tal y como se había previsto, el partido tuvo a un Mannucci como amplio dominador de las acciones, intentando vencer una y otra vez el arco rival durante los 90 minutos, mientras que al frente se paraba Juventud Moderna que buscaba sacar provecho del pequeño terreno de juego para arrinconarse y buscar contragolpes.

En ese contexto y alentados por un estadio donde la mayoría eran hinchas trujillanos, los dirigidos por Ramón Mifflin empezaron rápidamente a generar peligro gracias a un sector derecho donde destacaban las proyecciones de Gino Navarro juntándose con Padilla y enviando centros para las entradas de Luciano Camacho, jugador que en esta ocasión estuvo muy incisivo en el ataque pero poco acertado en la definición.

A medida que transcurrían los minutos, las ocasiones se sucedían para Camacho y Danny Kong pero el último toque al balón no fue acertado para los delanteros trujillanos. Padilla, Quintana y Zegarra también intentaron con remates desde fuera del área pero el balón sólo pasaba cerca del arco.

Tras el 0-0 al término de la primera mitad, en el inicio del segundo tiempo llegaría la tranquilidad para los trujillanos. Sobre los 7 minutos un tiro libre de Ronald Quintana rebota en la barrera y desde casi la media cancha Yordi Vilchez recoge el balón y lo envía con potencia al área de Juventud Moderna, encontrando adelantado al golero Alonso Lozano quien pese a la estirada no pudo detener el balonazo y se tuvo que resignar a recogerlo del fondo de su arco. ¡Golazo mannuccista! Luego del encuentro, el juvenil Yordi Vílchez y confirmaría que su intención al disparar fue enviar un centro largo para la cabeza de sus compañeros, pero que la potencia y el viento hicieron que terminara en el fondo del arco rival para alegría de todos los hinchas tricolores.

Luego del gol, el trámite del encuentro no varió. Mannucci continuó dominando y generando sucesivas ocasiones de gol pero fallas en la definición así como la buena actuación del robusto defensor Alexis Olano y su portero Lozano impidieron que la victoria carlista sea por un marcador más amplio.

Por el lado positivo, el equipo de Mifflin evidenció mucha entrega para disputar cada balón, así como también momentos de mucho toque, buen juego y generación de situaciones de gol, pero hay que reconocer también que fueron muchos los goles fallados y esto es un aspecto a trabajar y corregir de inmediato.